UN AEROPUERTO DE MISTERIO
Hace mucho tiempo, un equilibrista llamado Manuel se iba de viaje a Argentina con la intención de que un ingeniero le arreglase su coche. Él estaba viajando tranquilamente cuando se abrió el cristal que estaba en su lado derecho. Manuel sintió frío y por la ventana cayó agua congelada, como una especie de detergente, pero no era nieve ni nada de eso. Él aterrizó en el aeropuerto con mucho miedo, pues lo que le había pasado le asustó mucho.
Manuel se fijó que en el aeropuerto no había muchos transportes, es decir, aviones. No había mucha gente ni tampoco muchas tiendas donde comprar.
De repente, sonó una alarma que repetía: “intruso”. Manuel se asustó y salió rápidamente del aeropuerto.
Después, se fue donde su ingeniero para que le arreglase su coche.
No la he entendido bien... y tú?
ResponderEliminardiez años después y no la entiendo ni yo JAJAJAJAJAAJAJ
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